Motivación en los estudiantes.

La motivación es la etapa inicial del aprendizaje, consistente en crear una expectativa que mueve el aprendizaje y que puede tener orígenes externos, internos o ambos. La motivación se logra planteando el problema a los alumnos.

La motivación es necesaria tanto en el alumno como en el profesor, si un profesor está incentivado en hacer algo podrá "contagiar" al alumno con su energía. Sin embargo, vemos que los alumnos están cansados, aburridos de las clases y ya no quieren estudiar ni asistir a ellas.

Los padres intentan motivarlos a través de la recompensa como playstation, juguetes, dulces, hasta viajes, para que el alumno tenga una buena motivación, pero esta motivación viene de fuera, es externa y el estudiante no valora realmente su aprendizaje, por lo tanto estamos frente a una motivación superficial.

Nosotros, como futuros profesores debemos guiarlos a que valoren los contenidos llevándolos a la práctica, haciendo que su aprendizaje sea significativo, llevándolos a una motivación de carácter intrínseco. Debemos orientarlos y fijarnos en las metas de aprendizaje que se espera de ellos, en caso que los resultados no sean los esperados.

  

Mediante la motivación del contenido, llamada también categoría, se identifica aquella etapa del proceso en la cual se presenta el objeto a los estudiantes, promoviendo con ello, su acercamiento e interés por el contenido a partir del objeto presentado. En esta etapa la acción del profesor es fundamental, pues es él quien presenta al estudiante el objeto y el contenido como un problema que crea una búsqueda de información por parte del estudiante, donde se promueve la motivación en los estudiantes.

En este proceso aparece la dialéctica entre objetivo-objeto-método, en donde el método promueve la motivación.

Pero para que un nuevo contenido cree intereses y motive al estudiante este debe estar identificado con la cultura, la vivencia y el interés del estudiante, sólo así se crearán las motivaciones y valores que le permitan constituir un instrumento de educación.

Motivar al estudiante es darle significado a la importancia que tiene para él la apropiación del objeto de la cultura para la solución de los problemas y establecer nexos afectivos entre el estudiante y el objeto de la cultura, para lo cual, el docente ha de referirse y recurrir a la cultura que el estudiante ya posee, sus creencias.

Todo esto requiere de un vínculo afectivo entre el profesor y sus estudiantes y transferir estos al contenido, que es con lo que trabaja el estudiante.

La motivación debe servir de eslabón entre lo externo, lo descriptivo, con que se muestran los objetos, buscando siempre, sus relaciones internas con los intereses de los estudiantes.

"Motivación es Acción"

                                                                                                                                                            Rossina Pino D.

Estudiante de EGB

Universidad del Pacífico